ANÁLISIS DE ESTRUCTURAS - DEFINICIONES GENERALES
Para que el análisis de una estructura sea correcto es necesario que la idealización que de ella se haga se acerque lo más posible a su comportamiento real. Para efectuar esta idealización existen diversos aspectos a tener en cuenta, como son:
- Disposición espacial de la estructura: puede ser en una, dos o tres dimensiones.
- Tipo de cargas actuantes: estáticas o dinámicas, según que sean constantes en el tiempo o variables con él.
- Tipo de elementos que forman la estructura: elementos discretos (piezas prismáticas), elementos continuos, o incluso estructuras mixtas.
- Tipo de uniones estructurales entre los elementos: articuladas, rígidas (habitualmente llamadas empotradas), o flexibles.
- Comportamiento del material: puede ser elástico, cuando al desaparecer las cargas el material vuelve a su estado inicial o no (por ejemplo si hay plasticidad). Dentro de los materiales elásticos el caso más habitual es el lineal, cuando la tensión y la deformación unitaria son proporcionales.
- Pequeñas deformaciones: cuando la posición deformada de la estructura coincide sensiblemente con su posición sin deformar. Esto simplifica la relación entre las deformaciones unitarias y los desplazamientos de un punto, que es lineal. En caso contrario se trata de un problema de grandes deformaciones, y la relación entre deformaciones unitarias y desplazamiento no es lineal.
De entre todos estos aspectos, se estudiarán estructuras de las siguientes características:
- Estructuras formadas por elementos discretos,
- Sometidas a cargas no variables con el tiempo, es decir en régimen estático,
- Con uniones entre los elementos rígidas, articuladas o flexibles,
- Extendidas en una, dos o tres dimensiones,
- Formadas por un material con comportamiento elástico lineal, y
- Con pequeñas deformaciones.
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